Palermo

Palermo, Sicilia

 

La capital de Sicilia es el colmo de las contradicciones. Al poner un pie, lo primero que ver en Palermo es una ciudad desvencijada pero firme, como si alguien hubiese cortado los hilos de coherencia que la unían y pese a esto se mantuviese erguida, sin que ninguna de sus piezas estuviese dispuesta a derrumbarse.

Palermo es sucia y decadente, además de caótica; algo que contrasta con sus elegantes avenidas repletas de barrocos palacios aristocráticos, hoy algo oscuros, heridos en su orgullo pero con sus cicatrices bien cosidas y en pie.

Tan pronto uno se encuentra con la iglesia bizantina más maravillosa del mundo, repleta de mosaicos, como cae en las garras de los más bizarros mercados, cautivado por los voceríos y el olor a pescado crudo. Merece la pena muchísimo visitar Palermo.

Palermo tiene una disposición de sus calles un tanto irregular, sus calles son estrechas, aunque sean de cierta importancia, No hay grandes distancias pero lo dispar de los horarios de algunos de sus monumentos obliga a programar un poco la visita. De todas formas el simple paseo por sus calles descubriendo sin rumbo fijo sus diferentes rincones ya es una delicia.

Como es habitual encontraremos taxistas que nos ofrecerán sus servicios al bajar del barco. También hay calesas, pero la mejor opción son los autobuses urbanos, una vez adquirido en un kiosko el billete Giornalero para utilizar todos los que deseemos o necesitemos durante nuestra escala.

Los cruceristas que atracan en el Puerto de Palermo pueden comenzar la excursión tras abandonar el barco, ya que el puerto está ubicado junto a la ciudad. Sin necesidad de coger ningún tipo de transporte pueden realizar ya algunas visitas interesantes.

Para alcanzar puntos más lejanos de Palermo, la ciudad cuenta con una nutrida red de transportes.

 

Catedral de Palermo

https://goo.gl/maps/BVFbYoeDU652

Guauu, por fuera es impresionante. A primera vista lo que más resalta es su estilo ecléctico, la mezcla de movimientos artísticos en todos sus rincones.

Nuestra Señora de la Asunción, como así se llama esta catedral, está fundada sobre una basílica paleocristiana transformada más tarde en mezquita. Comenzada en el siglo XII, sufrió reformas y ampliaciones con el tiempo por los diferentes señores del lugar, así que podemos observar estilo árabe-normando en ábsides y almenas, barroco en la cúpula, gótico catalanoaragonés en el pórtico de 3 arcos y también, por último, arte neoclásico en el siglo XVIII.

Si entráis, quizá os decepcione el interior. No os perdáis la capilla de Santa Rosalía, que alberga los restos de la patrona de Palermo en un recipiente de plata. Tampoco deberíais pasar por alto el agujero de la cúpula que deja pasar los rayos de sol que apuntan a uno de los signos del zodíaco en el suelo dependiendo del momento.

También tenéis varias tumbas reales en la cripta, entre ellas los ataúdes de Enrique II y Federico II.

 

Quattro Canti (Piazza Vigliena)

https://goo.gl/maps/5VVMKjj3qds

En esta plaza convergen dos de las principales vías de Palermo, el corso Vittorio Emmanuele (que a estas alturas del post si no la conocéis os pongo un cero patatero y estáis suspendidos pa septiembre directamente) y la via Maqueda.

Las esquinas de Quatto Canti están formados por cuatro fachadas cóncavas, correspondientes a cuatro palacios barrocos en el que se observan los tres órdenes clásicos en los mismos: dórico, jónico y corintio. Supongo que la influencia es brutal de la archiconocida San Carlo alle Quattro Fontane de Borromini en Roma, el paradigma de este tipo de fachadas barrocas. Me encanta mirarlas embobado, sus formas onduladas que rompieron con todo lo que se podía romer en arte hasta ese momento.

Cada esquina tiene una fuente que representa la cuatro estaciones y sobre ellas esculpidos cuatro reyes austrias españoles (Carlos V, Felipe II, Felipe III y Felipe IV) y sobre éstos, las esculturas de cuatro santas -Oliva, Ágata, Ninfa y Cristina-. No en vano la influencia del reino de Aragón se refleja en el sur de Italia.

 

Fontana Pretoria

https://goo.gl/maps/jM3Jz4PdK8w

En el corazón palpitante de la Piazza Pretoria, te encontrarás con una fuente que no deja a nadie indiferente: la Fontana Pretoria. Los palermitanos la conocen con el sugerente apodo de “Fuente de la Vergüenza”. Y no es para menos. Al acercarte, verás un auténtico festín de mármol blanco de Carrara poblado por estatuas de dioses olímpicos, ninfas, tritones y sirenas que lucen sus cuerpos desnudos con un descaro que escandalizó a la Palermo del siglo XVI.

La leyenda cuenta que las monjas del convento cercano, horrorizadas por tanta desnudez, rompieron las narices de algunas estatuas en una noche de furia. Pero la «vergüenza» no era solo por la desnudez; también era un grito popular contra el derroche del Ayuntamiento, situado justo en frente. Originalmente construida para una villa en Florencia, fue desmontada y enviada en barco a Palermo. Imagina el rompecabezas que fue volver a montarla.

Más allá del escándalo, la fuente es una obra maestra del Renacimiento. Se despliega en tres niveles concéntricos, como una tarta nupcial de mármol. En ella encontrarás representaciones de los cuatro ríos de Palermo, criaturas mitológicas y una variedad de animales que te transportarán a un mundo de fantasía. Es un lugar perfecto para sentarse a observar, descubrir cada detalle y, por qué no, santiguarse con una sonrisilla pícara.

 

Iglesia de Santa Caterina

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Justo al lado de la polémica fuente, como contrapunto divino, se alza la Iglesia de Santa Caterina, considerada por muchos la joya del barroco siciliano. Prepárate para quedarte sin aliento, porque si su exterior con dos fachadas (una a la Piazza Pretoria y otra a la Piazza Bellini) ya es imponente, su interior es una explosión de arte y opulencia.

Al cruzar el umbral, te sumergirás en un universo donde cada centímetro está cubierto de mármoles policromados, estucos dorados, frescos y relieves que parecen competir entre sí en belleza y complejidad. Es el tipo de lugar donde no sabes a dónde mirar primero. El altar mayor, las capillas laterales, la cúpula… todo es un derroche decorativo que busca abrumar los sentidos y elevar el espíritu. Es la máxima expresión del «horror vacui» (miedo al vacío) del barroco, pero con un gusto exquisito.

Tómate tu tiempo para pasear por su única y amplia nave, admira los juegos de luces y sombras y piérdete en los miles de detalles que cuentan historias bíblicas. No olvides visitar el antiguo convento de las monjas dominicas, donde podrás subir a los tejados para disfrutar de una vista espectacular de la Piazza Pretoria y descubrir los dulces secretos de su pastelería tradicional.

 

Catacombe dei Cappuccini

https://goo.gl/maps/g7tuj5Zy33z

Ahora, prepárate para una experiencia completamente diferente, de esas que ponen la piel de gallina y no se olvidan fácilmente. Las Catacumbas de los Capuchinos no son un lugar para los aprensivos, pero sí para los curiosos que buscan el lado más misterioso de la historia. En sus pasillos subterráneos te espera un ejército silencioso de 8000 cuerpos momificados.

Catacombe dei Cappuccini, Palermo - Italia.it

Desde el siglo XVI hasta principios del XX, los frailes capuchinos y miembros de la alta sociedad palermitana eligieron este lugar para su descanso eterno. Pero no esperes tumbas y lápidas. Aquí, los muertos están de pie, sentados o recostados, vestidos con sus mejores galas, observándote desde las paredes. Hay pasillos dedicados a hombres, mujeres, niños, sacerdotes y profesionales, creando un retrato macabro y fascinante de la sociedad de la época.

La estrella indiscutible de las catacumbas es la pequeña Rosalía Lombardo, una niña de dos años fallecida en 1920. Su cuerpo, embalsamado con una técnica secreta, está tan increíblemente conservado que parece que está durmiendo. La llaman la “Bella Durmiente” y su dulce rostro contrasta con la visión tétrica del resto de los cuerpos. Es un lugar que invita a la reflexión sobre la vida, la muerte y la extraña vanidad humana de querer perdurar para siempre. ¡Una visita que te dejará sin palabras!

Restauración de la momia más significativa del convento de capuchinos de Palermo - Guía Blog Italia

 

 

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